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LOS GRANDES FILÓSOFOS

 

 

El cristianismo se extendió paulatinamente en toda Europa y se impuso como doctrina filosófica y religiosa. Los únicos centros de cultura que sobrevivieron luego de las invasiones bárbaras fueron principalmente los monasterios, luego las universidades creadas en el  siglo IX  y que dependían por supuesto de la iglesia. El cristianismo necesitó de la filosofía, tanto para formar los dogmas revelados, como también una fuente indispensable de conocimientos que las  Escrituras   no dieron. En efecto, la doctrina de Jesús estaba muy avanzada en relación con la ética y lo sagrado pero desafortunadamente ésta no tomó en cuenta lo racional, intelectual y lógico del ser. La integración de la filosofía se hizo de dos maneras: con todos los sacerdotes de la Iglesia, que poseían un gran bagaje de cultura profana, incluido el estoicismo y el platonismo en su pensamiento y en sus obras y también por la necesidad de dar reglas a la discusión. Pasión a la espiritualidad y a la dialéctica, son la esencia del Medioevo, lo que explica su interés por la filosofía. Un hecho trascendental  del siglo VII, la introducción en Occidente de la filosofía de Aristóteles, en la que la tradición es mantenida por los filósofos del Islam, una de las religiones de Abraham que se desarrolla a partir del siglo VII en Arabia en Oriente, en África del Norte y en una parte de Europa. El Islam también posee un libro sagrado el Corán, cuyo dogma asegura que ha recogido las revelaciones de Dios a los profetas Mahoma a través del ángel Gabriel.
EL Islam que  se distingue del judaísmo y del cristianismo de los que heredó numerosos elementos son muy influyente en esa época. En efecto, la extensión del mundo árabe musulmán puso en contacto civilizaciones brillantes: el imperio árabe toma el control de los territorios helenísticos como Alejandría  de Egipto,  por ejemplo. Los sabios musulmanes debieron haber consultado las obras científicas de la antigüedad. En el siglo  VII, los Árabes destruyen el Imperio Sasánida y se apoderan del saber de la antigua Persia. Los conquistadores árabes entran en contacto con la civilización india del Este. También se encuentran con los Chinos durante el reino del primer abbasíe Abû al-'Abbas en la victoria de Talas. Esta victoria se produce al adquirir cierto número de técnicas chinas como la  fabricación del papel.
El papel rápidamente remplaza el pergamino en el mundo musulmán: manufacturas se establecieron en Samarkand, Bagdad, Damas y en el Cairo. Los dirigentes musulmanes motivan la investigación científica y la difusión del conocimiento: Harun ar-Rachid (califa de 786 a 809) impuso el uso del papel en  todas las administraciones del imperio. Bajo la administración de sus visirs, Bagdad se convierte en la capital intelectual de su época, escuelas y  bibliotecas son construidas. En los primeros hospitales que tratan los problemas físicos y sicológicos se practica por  primera vez los métodos de anestesia (una esponja impregnada de opio, de mandrágora y otras sustancias soporíficas), se descubre el funcionamiento de la circulación pulmonar, de la circulación sanguínea y la disección. Es así que los aspectos de anatomía incomprendidos por los antiguos médicos griegos fueron descubiertos. La traducción de los textos latinos y griegos es impulsada, así como también los textos de los sabios provenientes de Bagdad y de todas las regiones del imperio. Al-Mamun, califa de 813 a 833, logra reunir en Bagdad a los sabios de todas las creencias y los   trata con total tolerancia. Féru d'astronomie, crea en 829, en el lugar más alto de Bagdad, cerca de la puerta Chammassiya, el primer observatorio permanente del mundo, el Observatorio de Bagdad, permitiendo a sus astrónomos, que habían traducido el Tratado de Astronomía del griego Hipparque, además de su catálogo de las estrellas, de vigilar  metódicamente el movimiento de los planetas.
En 832 se funda la Casa de la sabiduría (Baït al-hikma). Abu Raihan al-Biruni logra calcular el diámetro de la Tierra, y afirma la posibilidad por la cual la Tierra gira a su alrededor, mucho antes que Galileo.
El árabe, lengua de todo el imperio, ejerce una función principal en la difusión de conocimientos y del avance científico. La filosofía griega, resguardada por los árabes fue reintroducida en el mundo cristiano  y se unió a la doctrina de Cristo para dar lugar a la Escolástica. El principal representante de este movimiento metafísico y filosófico es...

 

* Santo Tomas de Aquino :

Para él, no existe ningún antagonismo entre cristiandad y filosofía puesto que su teoría es que la fe y la razón no pueden contrariarse porque ellas emanan de un  Dios. Las dos son manifestaciones de una misma naturaleza divina.  Así, la teología y la filosofía no pueden emanar verdades divergentes. Sin embargo, es indispensable precisar que nosotros estamos delante de una lógica metafísica y religiosa.  Es decir, que la salvación y la vida eterna son concedidas por Dios, el creador y  el rey del Universo. En conclusión, el hombre sólo puede salvarse en el  Dios Supremo. Ésto explica la fe en él. En consecuencia, para acceder  a la vida eterna, es imperativo amarlo y comprenderlo de la misma manera que él lo hace con nosotros.

 

* San Agustín :

Otro filósofo, metafísico de la Escolástica, la fe en un Dios amor e inteligencia es por tanto vital porque representa la integración del alma en los principios fundamentales y nos pone en posesión de la verdad. El amor, si precede a la inteligencia, no acaba con la razón. La fe es una creencia en lo invisible y San Agustín responde a los que afirman que no se puede creer en lo que no es tangible por los sentidos (exteriores) que se cree en lo que no podemos constatar a través de los sentidos, como por ejemplo, la generosidad de un amigo. El espíritu humano no puede prescindir de la fe, al menos que se viva como un animal. La creencia en lo invisible no es irracional, más bien forma parte  de una manera razonable y necesaria  de la vida humana.

 

 

 


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